El presidente Javier Milei ha manifestado en repetidas ocasiones su negativa a aumentar los sueldos de los jubilados con el argumento principal de preservar el superávit fiscal y evitar la emisión monetaria, que según su visión, conduciría a una mayor inflación.
Aquí se desglosan los principales motivos y argumentos esgrimidos por el gobierno de Milei para no subir los haberes jubilatorios:
- Sostenibilidad Fiscal y Superávit Cero: El eje central de la política económica de Milei es alcanzar y mantener el equilibrio fiscal. Argumenta que cualquier aumento en el gasto público, como un incremento significativo en las jubilaciones, pondría en riesgo el superávit fiscal que su gobierno busca alcanzar, lo que implicaría volver a un escenario de déficit y, consecuentemente, a la necesidad de emitir dinero. Para Milei, el superávit fiscal es una política “permanente” e innegociable.
- Evitar la Emisión y la Inflación: En línea con el punto anterior, el gobierno de Milei asocia directamente la emisión monetaria con la inflación. Sostienen que un aumento de jubilaciones sin financiamiento genuino solo podría lograrse con emisión, lo que agravaría la ya alta inflación que vive Argentina y deterioraría aún más el poder adquisitivo de todos, incluidos los propios jubilados.
- “Robo” a los jubilados por gobiernos anteriores: Desde la perspectiva del gobierno, la situación actual de los jubilados es el resultado de políticas previas que “licuaron” sus haberes y generaron un sistema insostenible. En este sentido, argumentan que las jubilaciones estaban “prácticamente congeladas” en medio de la inflación y que la única ayuda vino por bonos extraordinarios.
- Costo Fiscal de los Aumentos Propuestos: El gobierno ha calculado que los proyectos de ley para aumentar las jubilaciones, como el aprobado en el Senado que incluía un 7,2% de aumento y un incremento del bono, tendrían un costo fiscal significativo (estimado en 0,31% del PBI para el segundo semestre y 0,76% para el próximo año), lo que impactaría negativamente en el objetivo de superávit.
- Veto Presidencial y Judicialización: Ante la aprobación de leyes que buscan aumentar las jubilaciones por parte del Congreso, Milei ha sido enfático en que las vetará. Incluso ha advertido que, si el veto presidencial es revertido por el Congreso (requiriendo dos tercios de los votos en ambas cámaras), el gobierno recurrirá a la justicia para impedir la aplicación de la ley. Esto demuestra la firmeza de su postura en este tema.
- Discrepancia sobre el poder adquisitivo en dólares: El gobierno ha afirmado que los jubilados han “recuperado poder adquisitivo en dólares fenomenalmente”. Sin embargo, esta afirmación ha sido ampliamente cuestionada, ya que la evolución del poder adquisitivo en pesos es lo que realmente impacta en la capacidad de compra de bienes y servicios dentro del país, y en ese sentido, los haberes jubilatorios se han visto fuertemente afectados por la inflación.
En resumen, la posición del gobierno de Javier Milei respecto a la no suba de los sueldos a jubilados se basa en la prioridad absoluta de la disciplina fiscal y la lucha contra la inflación, argumentando que cualquier aumento por encima de lo que el sistema puede financiar pondría en riesgo la estabilidad económica general del país. Esta postura ha generado un fuerte debate político y social, con la oposición y diversos sectores de la sociedad reclamando por la situación de los adultos mayores y la necesidad de recomponer sus ingresos.