La elevada inflación de agosto y la estimada para septiembre repercutirán en el poder adquisitivo y por eso proyectan una contracción en la demanda interna.
La inflación en agosto alcanzó los dos dígitos, según consultoras privadas, luego de la devaluación post PASO y el salto en los dólares alternativos, y se estima que la tendencia se mantendrá durante septiembre. Esta fuerte suba en los precios impacta de manera directa en el poder adquisitivo y, por consiguiente, en los niveles de consumo. Es por eso que tanto consultoras privadas como analistas sectoriales proyectan una retracción en la demanda interna, que comenzó a observarse en los últimos meses y que continuará en el futuro cercano. Aunque, aclaran, es difícil pronosticar qué pueda suceder luego de las elecciones de octubre.
Por caso, de acuerdo al Indicador de Consumo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), en julio se observó un retroceso de 1,6% en la comparación interanual, implicando una mayor contracción desestacionalizada de 1,8% frente al mes de junio. De todas formas, acumuló un crecimiento de 2,9% en los primeros siete meses frente al mismo período del 2022. Aunque en los próximos meses esa mejora podría erosionarse.