El Inquisidor

Millones de personas son víctimas de violencia digital en el mundo. De manera especial, niñas, mujeres, adolescentes y jóvenes. Quienes la padecen suelen sufrir daños emocionales y psicológicos. Por ello es fundamental conocer los tipos de ciberviolencia, saber cuáles son sus consecuencias y poner en práctica una serie de consejos para prevenirlas.

Según Pamela Galetto, abogada MP 8997 tradicionalmente, la violencia no ha sido solo física. Y se ha relacionado con individuos que, dejándose llevar por la ira, actúan con ímpetu y fuerza. Pero la irrupción de Internet y del ciberespacio dio lugar a una violencia digital no exenta de riesgos que pueden afectar muy negativamente a quienes padecen sus consecuencias. De ahí la importancia, advierten los expertos, de tener claro qué es la violencia cibernética, qué tipos hay y cómo podría repercutirnos.

¿Qué es la violencia digital?

En cuanto a qué es la violencia digital, los órganos garantes del derecho de acceso a la información pública y la protección de los datos personales, la definen así:

  • La ciberviolencia es toda acción dolosa, llevada a cabo mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o vídeos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, aprobación y autorización. Y que le cause daño psicológico o emocional en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia.
  • De igual manera, la violencia cibernética son aquellos actos dolosos que se cometen por medio de las TIC y causan daño a la intimidad, privacidad y/o dignidad de las mujeres.

Por su parte, la plataforma virtual de comunicación inclusiva MODII observa que la violencia digital es:

  • Toda acción que se realiza en medios digitales con la intención de hacer daño o causar sufrimiento.
  • Generalmente, se practica mediante aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, foros o salas de chat por Internet, correo electrónico o comunidades de juego.

¿Qué daños causa la ciberviolencia?

Por lo que respecta a las consecuencias de la violencia cibernética, Infoem hace referencia a daños emocionales y psicológicos. Y también a los relacionados con la dignidad, intimidad y privacidad. De manera especial, afecta a niñas, mujeres, adolescentes y jóvenes, aunque cualquier usuario de las TIC puede ser víctima de la ciberviolencia. 

Tipos de violencia cibernética

De cara a evitar esto último, es fundamental conocer los tipos de violencia cibernética más comunes. Y saber cómo, en la medida de lo posible, podrían prevenirse.

1. Ciberacoso o ‘cyberbullying’.

En algunos países, el cyberbullying es un delito y se basa en la difusión de imágenes sin el consentimiento de la persona acosada, mensajes hirientes, amenazas y suplantación de identidad. Dentro de su oferta de contenidos didácticos, Segurilatam ofrece unos consejos para prevenir el ciberacoso.

2. Creación de perfiles falsos.

Otra forma de ciberviolencia es la originada por la creación de perfiles falsos por parte del acosador, quien, sirviéndose del nombre real de la víctima, procede a publicar detalles íntimos. De esta forma, la persona afectada pasa a encontrarse en una situación de gran vulnerabilidad.

3. ‘Cyberstalking’.

Esta modalidad de violencia digital se caracteriza por el seguimiento e investigación constante de información sobre un individuo. Esto lleva a los ciberacosadores a acusar falsamente a sus víctimas, amenazarlas, robar su identidad, dañar su información o los dispositivos que la almacenan, etc. Desde Segurilatam compartimos unas recomendaciones para protegerse del cyberstalking.

4. Difusión de grabaciones.

Entre los tipos de violencia cibernética también figuran las grabaciones a personas, sin su consentimiento, para burlarse de ellas, humillarlas, causarlas daños emocionales o reputacionales… En supuestos así, es fundamental denunciar el caso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

5. ‘Grooming’.

Mediante esta clase de ciberviolencia, los adultos intentan controlar emocionalmente a sus víctimas y chantajearlas con fines sexuales. Se trata de un asunto muy serio. Por ello, es primordial poner en práctica una serie de consejos para no ser víctimas del grooming. Y, ante el menor indicio, poner el asunto en manos de la seguridad pública.